20.3.15

MISSING YOU

Pocas cosas en el mundo me alegran más que escaparme a Marrakech.

Da igual la época del año, da igual el plan, da igual incluso si tengo que hacer dos escalas o doscientas...en cuanto pongo un pie en la Ciudad Roja, sé que he llegado a casa.

Hace un mes, salía de Madrid con un frío horrible y en menos de dos hora y media llegaba a la ansiada Primavera. eso sí, a una primavera con aroma a antiguo, a retroceder en el tiempo. La primavera de casi 100 años atrás.



 Creo que lo hemos comentado ya millones de veces, pero el primer té, siempre en Café des Epices. En la terraza, desde donde poder observar la vida comercial de la plaza. Un lujo para los sentidos.






Marrakech tiene un skyline muy curioso. Lo invaden miles de antenas parabólicas y lonas que hacen las veces de tejado provisional en épocas de lluvia. Todo ello con el Atlas de fondo y en el mejor de los casos, vigilado por La Koutubia.

 

Suelo perderme, y siempre me acaban encontrando en el mismo sitio. Los artesanos.
De más está decir que siempre acabo cargando con algo que no necesito, que pesa mucho y que tengo que llevar hasta correos para enviarlo. No aprendo, no tengo remedio ;)




 Y como en cualquier viaje, un paseo obligado por el zoco, acompañada de mi insepable bolsita de Cacahuetes garrapiñados.






Y de vuelta al Invierno, sólo me queda pensar en la próxima escapada. Seguro que muy muy pronto

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