Recuerdo mi primera vez. Fue en Mexico.
Aquella fue mi primera vez, la primera vez que me enamoré de una pieza de decoración y decidí traerla a España para una casa que no existia en ningún otro lugar que en mi imaginación.
Aquella vez fue un lavabo pintado a mano.
A esa primera experiencia le siguieron otras muchas, la mayoria desde Marruecos. Primero facturando maletas llenas de futuros proyectos, después desde oficinas de Correos que no siempre entregaron mis compras y finalmente en contenedores.
Ahora sueño con un loft en el que poder desembalar todas mis cosas y viendo este he caido rendida.
Simply and sweet deco
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